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Persona.Ingmar Bergman

Persona.Ingmar Bergman

Elisabeth (Liv Ullmann), una célebre actriz teatral, está hospitalizada tras haber perdido la voz durante una representación de Electra. Una doctora (Margaretha Krook) la somete a toda una serie de pruebas, y afirma que está sana y bien, pero ella sigue sin hablar y permanece en el pabellón. Alma (Bibi Andersson), la enfermera encargada de cuidarla, intenta establecer una relación con ella y se dedica a hablarle. Paciente y enfermera se trasladan a la casita de verano de la doctora, al lado del mar y Elisabeth va recuperando poco a poco la salud, pero sigue sin hablar. El silencio de una, lo suple la otra hablando sin parar. Alma le acaba confesando a Elisabeth sus sentimientos y recuerdos más íntimos. Entre ambas mujeres se va creando una simbiosis cada vez más intensa e inquietante.

Rodada en 1966 por Ingmar Bergman, Persona (Manniskoätarna) siempre ha sido una de las películas más míticas y malditas del realizador sueco. Mientras que todo el mundo conoce, e incluso ha visto, filmes como Fanny y Alexander, El séptimo sello o Fresas salvajes, Persona permanecía inaccesible al público que no la había visionado en su momento y resultaba imposible de ver en ciclos de Bergman que se proyectaban en televisiones o filmotecas. Todo ello resaltaba aún más la aureola de película maldita, de obra maestra inencontrable, de tesoro escondido que tenía Persona. Bergman escribió el guión de esta película durante una de sus estancias en un hospital, convaleciente a causa, entre otras cosas, del estrés provocado por su cargo oficial como director de la Compañía Real de Arte Dramático de Suecia. En este estado de mente febril y crisis anímica, pero también de desconexión total, Bergman pudo elaborar una película que pretendía rodar con total libertad y sin tener que dar cuentas a nadie. El punto de partida sería la similitud entre dos mujeres, una de sus actrices de toda la vida, Bibi Andersson y una intérprete noruega con la que nunca había colaborado antes, Liv Ullmann, y que se convertiría en poco tiempo en su musa y compañera.

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